¿Por qué Dios permite que pasen cosas malas en nuestro mundo?
Exasperado por los ataques de París, un amigo mío soltó un grito, “¿Se ha vuelto loco el mundo?” Si leemos los periódicos en estos días parece que es así. Al 23 de noviembre de 2015, y solamente en este año, Wikipedia ha reportado más de 300 ataques terroristas. Esto significa aproximadamente uno por día, sin mencionar otros crímenes contra la humanidad que están ocurriendo en el mundo, los cuales no están clasificados como actividades terroristas pero que no obstante dañan a la gente.
os ataques del 13 de noviembre de 2015 en París, de alguna manera acentuaron con más fuerza el hecho de que algo está muy mal en el mundo, y de que todos estamos enfrentando un evidente peligro en nuestras calles. El peligro es real y puede estallar sin previo aviso. Incluso antes de los atentados en París, todos los días los titulares publicaban noticias desalentadoras. Un periódico publicó la historia de una mujer yazidi que expresó: “He sido violada 30 veces y no es aún la hora del almuerzo”. En otro país, es ilegal ejecutar a una joven si es virgen, entonces la hacen casar un día antes para que pueda ser violada antes de su ejecución. En otro país, las mujeres y los niños están siendo asesinados indiscriminadamente porque no son de una determinada religión. En otro país desarrollado, los fondos y las armas están siendo suministrados a los radicales para desestabilizar determinadas partes del mundo en interés de su propia agenda política. Sí, realmente parece que todo el mundo se ha vuelto loco.
Recientemente, la BBC citó el comentario del arzobispo de Canterbury quien dijo que los ataques terroristas en París le hicieron dudar sobre la presencia de Dios. Si un líder de una fe puede pensar así, entonces ¿qué esperanza existe para una persona promedio que lucha por mantener la fe en Dios y la religión en este tipo de sucesos?
El gráfico superior muestra cómo el término “Tercera Guerra Mundial” ha mostrado una tendencia de búsqueda en Google junto con otras palabras clave relacionadas con el terrorismo. Es una señal de que muchas personas han empezado a temer por su seguridad en un mundo afligido por el terror, y de que están considerando la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial. Con su fe debilitada, muchos se preguntan, “¿Por qué Dios permite que sucedan cosas malas en nuestro mundo?” ¿Existirá algún final para la locura que está sucediendo en el mundo?
En la SSRF nos hemos adentrado en el concepto del destino de una persona, y de que la gente experimenta felicidad o infelicidad a causa de su destino. El destino con el que nacemos, nos crea situaciones y eventos en la vida que están más allá de nuestro control y que nos hacen experimentar felicidad o infelicidad. En la época actual, el destino de una persona representa aproximadamente el 65% de su vida, mientras que la libre voluntad representa el 35%. Sin embargo, aparte del destino individual, el destino colectivo de la Tierra también tiene un impacto en nuestras vidas. Desde el año 1999, el mundo ha entrado en una fase oscura de su historia. Los tiempos serán particularmente graves a partir del 2016 hasta el 2023. Además de un aumento en la intensidad de los desastres naturales, tendremos que enfrentar también una horrenda Tercera Guerra Mundial.
¿Cómo hemos llegado exactamente a esta situación tan crítica?
Cuando existe un aumento en la impureza espiritual en la sociedad, el ciclo de la historia humana comienza a caer en un foso. Todos tenemos de una u otra manera la culpa de este aumento de la impureza espiritual en el ambiente, pues la creamos nosotros mismos a causa de nuestros defectos de personalidad y ego, y por la falta de una práctica espiritual acorde con leyes universales. Esto da lugar a una mayor proporción colectiva de pensamientos y acciones impuros, o de falta de acción en el mundo. A medida que el mundo cae en el vacío, las energías negativas de la dimensión espiritual aprovechan y utilizan los defectos de personalidad de las personas para llevarlas al nivel más bajo de sí mismas, y hacerlas cometer crímenes monstruosos contra sus semejantes. Como resultado de todo esto, la Rueda del Tiempo comienza a girar dentro de una fase oscura y terrible en la que cada país tiene que someterse a un destino colectivo adverso, unos más que otros. No hace falta decir que en el período oscuro que se aproxima, no habrá un país en el mundo que no sea seriamente afectado.
En este período oscuro de la historia del mundo, eventos debidos al destino colectivo han comenzado a ejercer mayor fuerza en la vida de las personas que su destino individual. En efecto, entre los años 2018 al 2023, el impacto del destino colectivo será más grave y actuará como un proceso de limpieza en el que habrá destrucción y una gran pérdida de vidas humanas. En este contexto, la gente en el mundo que está siendo injustamente lastimada y asesinada está en realidad sufriendo una combinación de daños colaterales creados por el destino colectivo adverso de la Tierra y su propio destino.
El destino adverso es como una carga dolorosa que tenemos que soportar, pero tenemos que recordar que nosotros mismos lo fabricamos por el uso incorrecto de la libre voluntad en esta vida o en vidas anteriores. De acuerdo con la ley del universo, todos tenemos que sufrir nuestro destino sin escape alguno. Dios no interviene en la forma en que completamos nuestro destino, ya sea individual o colectivo. Sólo por el hecho de que sucedan malas cosas hoy en día según el destino colectivo de la madre Tierra que fundamentalmente nosotros mismos, la raza humana, hemos creado, no debemos dudar de la presencia de Dios.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Si mediante nuestra libre voluntad en esta vida, hacemos esfuerzos para reducir nuestros defectos de personalidad y ego, e incrementamos nuestro crecimiento espiritual a través de la práctica espiritual, podemos anular el efecto del destino individual adverso. Si damos un paso genuino hacia Dios, tratando de absorber lo divino a través de la práctica espiritual, Él da 10, si no 100, pasos para ayudarnos. Al decir “práctica espiritual” es importante considerar que ésta debe ser realizada según leyes espirituales universales y no de acuerdo con algún punto de vista sectario erróneo. Dios mueve montañas para ayudar y proteger a un verdadero devoto que se compromete sinceramente con su crecimiento espiritual. Por la gracia de Dios, un aspirante espiritual o un devoto que enfrenta obstáculos a nivel físico, mental y espiritual a causa del destino individual y colectivo, puede superarlos fácilmente, o al menos tiene la fuerza para soportarlos. Esta es la importancia de una adecuada práctica espiritual. Aquellas personas que tendrán la suerte de vivir para ver la próxima década, estarán gratamente sorprendidas al observar que la humanidad habrá aprendido de sus errores y que se iniciará una etapa nueva de paz y despertar espiritual. A partir del año 2023, comenzará el buen ciclo del destino colectivo de la Tierra.
Si usted tuviera alguna pregunta sobre la Tercera Guerra Mundial en general, por favor contáctenos a través de nuestra facilidad Haga una Pregunta.
Blog publicado por Sean Clarke
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